Lo primero que nos sorprendió gratamente, es descubrir que actualmente el monasterio se encuentra en pleno proceso de restauración, se está limpiando la zona para descubrir nuevas estructuras y además puede observarse con claridad el estilo peculiar de cimentación que se empleo allí. Sous fue, para su época, realmente innovador en lo que a formas de construcción se refiere pues la parte superior de su estructura, piedra sobre piedra se halla "sostenida" con refuerzos, algo realmente poco habitual en las edificaciones contemporáneas. Son visitables también los restos arqueológicos de su antigua abadía, que ha sido objeto de diferentes excavaciones desde hace unos años. y también destaca la iglesia, edificada en el s. XI, de planta basilical compuesta de tres naves con su claustro.

A principios de siglo, aún se mantenían en pié dos arcos del claustro, formado por columnas sencillas y capiteles decorados con contenidos florales, muy parecidos al que aparece en Breda. Pero en la actualidad todo esto ha desaparecido. Junto al entorno más cercano a las ruinas aparece una masía, el "mas Esparraguera" que es nombrado en documentos del año 872 y junto a ella, la "font dels Monjos". Arriba en el Santuario, el edificio junto a la iglesia construido sobre los restos de un antiguo castillo sigue funcionando como hospedería, muy acondicionada y con remates de mucho gusto ante unas vistas impresionantes a la salida y a la puesta de cada jornada. En el año 2002 fueron inauguradas las obras de reforma que han dotado a la hostelería actual de una comodidad excelente, tanto para pasar la noche como para disfrutar de una tranquila velada.Caminar por este lugar, en definitiva, supone adentrarse de lleno en la historia. Las arcadas y contrafuertes desnudos, impresionan al caminar bajo la arquitectura de aquella época. Mientras, Asoman los últimos rayos de luz de un día de visitas curiosas, que aún nos dejan entrever las formas entre tenebrosas sombras, las sensaciones allí son embriagadoras. Con cada paso, las piedras del monasterio parecen cobrar vida de nuevo para nosotros ... Y desde luego que los resultados no se hicieron esperar.
A principios de siglo, aún se mantenían en pié dos arcos del claustro, formado por columnas sencillas y capiteles decorados con contenidos florales, muy parecidos al que aparece en Breda. Pero en la actualidad todo esto ha desaparecido. Junto al entorno más cercano a las ruinas aparece una masía, el "mas Esparraguera" que es nombrado en documentos del año 872 y junto a ella, la "font dels Monjos". Arriba en el Santuario, el edificio junto a la iglesia construido sobre los restos de un antiguo castillo sigue funcionando como hospedería, muy acondicionada y con remates de mucho gusto ante unas vistas impresionantes a la salida y a la puesta de cada jornada. En el año 2002 fueron inauguradas las obras de reforma que han dotado a la hostelería actual de una comodidad excelente, tanto para pasar la noche como para disfrutar de una tranquila velada.Caminar por este lugar, en definitiva, supone adentrarse de lleno en la historia. Las arcadas y contrafuertes desnudos, impresionan al caminar bajo la arquitectura de aquella época. Mientras, Asoman los últimos rayos de luz de un día de visitas curiosas, que aún nos dejan entrever las formas entre tenebrosas sombras, las sensaciones allí son embriagadoras. Con cada paso, las piedras del monasterio parecen cobrar vida de nuevo para nosotros ... Y desde luego que los resultados no se hicieron esperar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario