

A pesar de lo visto, no todo fueron tiempos de rosas para este establecimiento, todo cambiaría en el año 1936, en ese año el gobierno militar "adquiere" las instalaciones del Colonia Puig para su uso como Hospital de sangre (para heridos de la guerra) dado el elevado número de mutilados y heridos que el conflicto armado acaecido por entonces en nuestro país estaba empezando a provocar. Miles de soldados republicanos llegados de todas partes de España, serían atendidos en los pasillos y habitaciones del recién "inaugurado" hospital durante la totalidad de la guerra. De hecho, es en este punto cuando nos encontramos con otro de los datos más curiosos, y es que el inventor del mundialmente conocido juego del "Futbolín", Alexander Finisterre, estuvo ingresado en la Colonia Puig después de que le hirieran de gravedad mientras participaba en los combates de Madrid. La herida que sufrió en su pierna, las horas que pasó ingresado entre aquellas cuatro paredes y su "nostalgia" por el deporte del balompié del que era un notable practicante, hicieron que Alexander diseñara en ese lugar los primeros "esbozos" de lo que después se convertiría en el más popular juego de futbol que se conoce hasta la fecha.
El Colonia Puig pronto pasaría por ser uno de los recintos hoteleros más impresionantes de nuestro país, en palabras de uno de los más significativos anarco-sindicalistas de nuestra historia, Juan García Oliver (1901-1980), que comenzó a trabajar como camarero en el hotel en la primavera de 1918, "Acudían allí veraneantes que pasaban las vacaciones en plan ricos" El eco de los pasos - Autobiografía) el lugar desde luego disponía de las más modernas instalaciones que uno podía precisar en aquellos años, las constantes reformas y ampliaciones que se llevaron a cabo allí prácticamente desde su primer año de construcción, lo transformaron muy pronto en uno de los hoteles punteros de aquel momento.
RECORTE DE LA VANGUARDIA 27 de Junio de 1930. El propietario busca inversores.
A pesar de lo visto, no todo fueron tiempos de rosas para este establecimiento, todo cambiaría en el año 1936, en ese año el gobierno militar "adquiere" las instalaciones del Colonia Puig para su uso como Hospital de sangre (para heridos de la guerra) dado el elevado número de mutilados y heridos que el conflicto armado acaecido por entonces en nuestro país estaba empezando a provocar. Miles de soldados republicanos llegados de todas partes de España, serían atendidos en los pasillos y habitaciones del recién "inaugurado" hospital durante la totalidad de la guerra. De hecho, es en este punto cuando nos encontramos con otro de los datos más curiosos, y es que el inventor del mundialmente conocido juego del "Futbolín", Alexander Finisterre, estuvo ingresado en la Colonia Puig después de que le hirieran de gravedad mientras participaba en los combates de Madrid. La herida que sufrió en su pierna, las horas que pasó ingresado entre aquellas cuatro paredes y su "nostalgia" por el deporte del balompié del que era un notable practicante, hicieron que Alexander diseñara en ese lugar los primeros "esbozos" de lo que después se convertiría en el más popular juego de futbol que se conoce hasta la fecha.

Alexander Finisterre estuvo ingresado en el Colonia Puig
Nunca podremos asegurarlo, pero lo que sí es cierto, es que las parafonías obtenidas por Jordi Bosch son realmente escalofriantes. Quizá, quien sabe, sino serán producto también de los años de dolor y sufrimiento que allí se vivieron.
Para escuchar los audios: AQUÍ
Después de la guerra civil, el hotel trató de recuperar la normalidad y el renombre de antaño y cierto es que lo consiguió durante varios años más. En mayo de 1954 tenía lugar en los salones del Colonia Puig una de las bodas de más alto postín de aquella década y solo unos meses después, en diciembre de 1955, la conocida marca de motocicletas "MONTESA" celebraba allí el decimo aniversario de su fundación.
Más tarde, todo se apagó.... el diez de marzo de 1968, el periódico LA VANGUARDIA emite su última nota en referencia a las instalaciones de la Colonia Puig. Aunque eso evidentemente no significa que el hotel cerrara entonces sus puertas si es cierto, que nada más se sabe de aquellas instalaciones desde esa fecha. El abandono, la soledad, el silencio... año tras año se fueron apoderando de este enclave. Leyendas sobre aparecidos, espectros y extraños sucesos que tienen lugar en las inmediaciones del hotel son todo lo que hoy se sabe acerca de este lugar.
No obstante debemos decir, que en el periplo que nuestro compañero Jordi Bosch realizó por aquellos pasillos nada extraño sucedió, como de costumbre, el misterio parece resistirse ante la presencia de los investigadores, aun así el recinto posee sin duda un halo sombrío que lo hace ciertamente irresistible.
Fotografías: Jordi Bosch
Muy bien trabajo y decumentacion compañero este lugar tiene muchas cosas misteriosas y en algunos pasillos notas cierta inquietud saludos.
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