Actualmente, y como podéis ver en este reportaje de estas instalaciones deja mucho que desear, okupas, toxicómanos e indigentes son todo lo que uno puede encontrarse por allí. Lo cual es una verdadera lástima, porque paseando por aquel lugar uno no se hace a la idea de cómo se han podido dejar abandonadas unas instalaciones tan considerables.
En fin, esperamos que disfrutéis del material grafico y auditivo que obtuvimos en este enclave. Quizá algún día las risas de los niños vuelvan a resonar en los bosques de Collserola, pero hasta entonces debemos permanecer atentos ante otros sonidos que su recuerdo pueda habernos dejado allí.
En fin, esperamos que disfrutéis del material grafico y auditivo que obtuvimos en este enclave. Quizá algún día las risas de los niños vuelvan a resonar en los bosques de Collserola, pero hasta entonces debemos permanecer atentos ante otros sonidos que su recuerdo pueda habernos dejado allí.
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